La combinación entre lo rústico y lo contemporáneo hacen de este hotel el lugar perfecto para disfrutar de unos días de relax sin renunciar a ninguna comodidad. Los suelos de losa originales, las chimeneas antiguas y los detalles de madera se mezclan con la tecnología más actual y servicios exclusivos adaptados a cada cliente. Su ubicación privilegiada, en la emblemática Praça do Munícipio, permite visitar a pie la mayoría de puntos clave de la capital lusa. Para acabar de adentrar-se por completo en la cultura portuguesa, Delfina, el restaurante del hotel, ofrece una carta con todos los clásicos de la gastronomía del país.