Un hotel lujoso pero sin ostentaciones. Gracias a su excelente ubicación, cerca del Palacio Real de Amalienborg, los alrededores gozan un ambiente residencial tranquilo. El servicio es minucioso y se preocupa para que la estancia de casa huésped sea inmejorable. El diseño de las habitaciones es austero y minimalista pero elaborado con materiales de la mejor calidad, como azulejos italianos hechos a mano o lámparas de la firma danesa GUBI. El restaurante, The Shrimp, sirve platos de la gastronomía estadounidense elaborados con los ingredientes más frescos de la temporada y con una atmósfera informal.